En principio tenía muchos planes, pensaba ir a ver a Ana entre ellos, pero el dinero no me acompaña este mes porque todavía no he visto ni un euro de mi "beca" erasmus y no quiero pedir dinero a mis padres porque me molesta bastante. En fin, que los planes han resultado ser más locales que otra cosa, y he decidido visitar Antwerpen, una ciudad de Bélgica que sinceramente me ha encantado.
El plan surgió ante la necesidad de salir de Hasselt, aunque sea por unos días. Vivir en un pueblo pequeño tiene la ventaja de que todo está cerca, solo me muevo en bicicleta y al final acabas conociendo a todos y todo. Sin embargo, hay muchos días que se hace pequeño, porque ya quedan pocas cosas por descubrir (o al menos eso pensamos, luego siempre nos sorprende). En fin, buscando nuevas formas de motivación, y tras discutir mucho sobre si ir a Gent o a Antwerpen, nos decidimos por esta última, y no nos arrepentimos.
Lo primero de todo, la estación de tren es impresionante, estéticamente y de grande. Allí pillamos un mapita gratuíto, mi mejor compañero de viaje, con la felicidad que me da la sensación de que se exactamente donde estoy situada y puedo organizar mis movimientos (totalmente Lichu, verdad?)
La ciudad es enorme, no es estilo Bélgica casitas pequeñas y encantadoras, es más bien como Bruselas, muchísimo ambiente y ganas de quedarte. Había muchas cosas que visitar que merecían la pena, una catedral preciosa, el museo de la moda, la plaza principal, etc. También fuimos a la Casa de Rubens, y aquí tengo que hacer una mención especial a Bego, porque me recordó muchísimo a la Casa de Rembrandt en Amsterdam. Rubens también dormía sentado en un mini armario, porque decía que así favorecía la digestión. Pero recuerdo que Rembrandt dormía en un sitio igual, pero lo que le pasaba es que le daba miedo morir dormido boca arriba...curioso.
Ahora solo puedo pensar en Berlín, me voy mañana a las 6:00 y a que no sabéis quien va también: Ana! Nos encontramos las dos allí con nuestros respectivos grupos y me hace muchísima ilusión. Berlín es mi ciudad espinita, esa que siempre has querido visitar y que por alguna razón no has podido, de la que todo el mundo te habla y piensas "qué envidia" pues ya está, mañana llego. No paro de planificar cosas que me encantaría ver, no quiero que se me quede nada en el tintero.
Cuando vuelva os contaré todo todito y Ana también.
Dag!!