martes, 27 de marzo de 2012

La sangre altera


Por fin llegó la primavera a Hasselt! tras unos meses de lluvia y frío intensos y dolorosos, por fin, disfrutamos del sol...y no un sol cualquiera no, uno de esos que dura una semana y que te despierta cada mañana con un rayito en la mejilla. 


 Hasselt se ha vuelto loco! casi no recordaba lo que era ver las calles atestadas de jóvenes por todas partes, todos los bares han sacado sus sillas a la acera y las terrazas han devuelto la vida a la ciudad. El parque se ha convertido en el nuevo punto de reunión, en vez de la cocina, y cada día hay alguien que aparece un poco más moreno. Leer a la luz del sol no es lo mismo que a la del flexo de un dormitorio, por lo que no paramos de devorar libros al aire libre, de comprar fruta fresca y de organizar barbacoas. 



Pero todo este sentimiento se torna amargo cuando nos damos cuenta de que la llegada del buen tiempo implica por supuesto nuestra partida. Cada vez se habla más de...y cuando nos vayamos? y todos nos estremecemos, nos miramos a las caras, a las mejillas rojas por más de una cerveza o las paletas ligeramente moradas por más de un vino y callamos, diciendo todo con el silencio. 


Pero no nos desanimemos, ahora es el momento de aprovechar cada segundo que nos queda, no dejarnos nada en el tintero y hacer todo lo que habíamos planeado! si el buen tiempo acompaña, es muy posible que este fin de semana visitemos por fin la costa de Bélgica, ver la playa en el norte de Europa! También planeamos un viaje a Amsterdam para el día de la reina, otra Van alquilada y otro road trip, además de la visita a nuestro querido Jussi a Findlandia...Muchas cosas, poco tiempo! 


Mucho ánimo!

jueves, 1 de marzo de 2012

Los que se van...ya volverán

Hay una cosa de la que no te avisan cuando te vas de Erasmus, de la que nadie te advierte. Las relaciones que se crean durante estos meses son, en general, mucho más fuertes que las que se crearían en el mismo periodo de tiempo en las ciudades de origen. Se crea un vínculo, se podría decir que hasta incluso un sentimiento de identidad compartida, que das por hecho cuando estas rodeada de tus nuevas amistades pero que echas muchísimo de menos cuando estas se van. 

Como sabéis yo continúo mi erasmus hasta Junio, pero no es el caso de todos los que recibieron una beca de solo seis meses. Todos ellos se han marchado, y contra todo pronóstico realizado antes de embarcarme en esta aventura, siento que he perdido parte de mi Erasmus. La gente se ha ido yendo paulatinamente, dejando leves espacios entre las despedidas para respirar profundamente, pero eso no ha hecho que la siguiente haya sido menos dolorosa. 

De todas maneras, de todo se aprende en esta vida y por supuesto el mundo no se acaba, también ha llegado gente nueva que ha traído un aire fresco y casi ingenuo a la residencia y a Hasselt. Todos dicen que es mucho más difícil para ellos que para nosotros, que vienen nuevos y tienen que integrarse...pero yo creo que también para los que estamos, después de afrontar una pérdida que como digo ha sido muy grande (a pesar de lo exagerado y novelesco que pueda sonar, es la pura realidad) volver a "educarnos" en nuestro Erasmus con gente nueva no es nada fácil. Ellos no tienen nada de malo, de hecho, hemos tenido suerte y son gente estupenda, lo único que pasa es que no son los que estaban, y más aún, ocupan sus antiguas habitaciones. 

No voy a dejar que este post sea triste, porque me siento muy orgullosa de haber compartido estos meses con ciertas personas, estoy encantada de haberme reído, haber llorado, haberme caído y haberme levantado con ellos y con su ayuda. Así que, a riesgo de parecer contradictoria, me quedo contenta, de que al menos por un tiempo he podido compartir mi vida con ellos. 

Hasta pronto: Jussi, Alba, Adri, Julia, Baptiste, Soto, Gabri 

jueves, 2 de febrero de 2012

Tipos de Erasmus


Hola!

La historia de este post comienza en Cracovia, más concretamente durante un Free-tour. Esto consiste en un tour turístico por una ciudad organizado por un grupo de voluntarios que se la conocen al dedillo y que no cobran más que las propinas que los turistas, según su satisfacción con el servicio, quieran dar. En concreto nuestro guía resultó ser un chico simpatiquísimo que nos hizo la visita de lo más amena (hasta nos enseñó un típico baile judío ante las atentas cámaras de todos los visitantes). Pero continuo con la historia, este chico nos preguntó a qué nos dedicábamos y le dijimos que estábamos de Erasmus en Bélgica. 



Tras unos breves comentarios sobre Bélgica, Polonia, precios y modos de vida, me recordó esa palabra que todos hemos escuchado alguna vez, y que la Real Academia debería plantearse añadir al diccionario, dada la frecuencia de su uso: "Orgasmus".  Nosotras le dijimos que nuestro Erasmus no era de ese tipo, "Drinkasmus" dijo entonces nuestro guía, a lo que respondimos riéndonos. Sí, es cierto que durante esta etapa sueles beber más, pero tampoco era esa la definición de nuestro Erasmus. 
Me paré a pensar y le dije que la verdad es que lo que nosotras estábamos haciendo más era viajar, "Travelasmus" me dijo, y yo sonreí y asentí, y me quedé con esas sensación que tienes cuando haces un descubrimiento. 
Yo estoy viviendo un "Travelasmus", pero ¿por qué? ¿Cuáles son las razones que llevan mi erasmus a estar basada principalmente en la oportunidad para viajar? 

Pensándolo detenidamente, el hecho de elegir Bélgica como destino facilita muchísimo el hecho de viajar, tanto dentro como fuera del país. Estamos en el centro de Europa, con una red ferroviaria y unas conexiones por carretera alucinantes. Además, los vuelos low cost desde Bruselas van a todos los destinos imaginables, y los billetes ida y vuelta rondan los 30 euros 40 si es muy lejos. Como ejemplos, en París desde Bruselas puedes plantarte por 25 euros en autobús ida y vuelta, a Londres puedes ir en tren facilmente, a Alemania los autobuses salen como si fueran regionales, por no hablar de la cercanía con Holanda. Todo esto hace que viajar todos los fines de semana no sea tan locura como puede parecer, el pensamiento es "si no lo hago este año, que estoy al lado, cuándo lo voy a hacer" El problema es que el dinero es bastante limitado...y por eso no se puede viajar a todos los sitios con los que una sueña. 

En el caso del "Drinkasmus" países como España o Polonia van a la cabeza de este tipo. ¿Por qué? fácil, los precios. Para todos los países de la zona euro, convertir su moneda en zlotis es un sueño, ya que los precios disminuyen hasta el punto de comprar cosas en zlotis que en euros dan correspondencia negativa "esto vale - 1 céntimo". Así, beber, comer, salir, es mucho más factible y mucho más barato. Lo mismo ocurre para los europeos, con un nivel de vida superior que van a España. Para ellos España es como Polonia para nosotros, vivir un año como reyes escuchando continuamente "Qué barato". 
El caso de Bélgica no es así en absoluto, sale más barato viajar a otras ciudades que salir tres días a la semana, eso seguro, porque los precios son bastante superiores a los de España. 

"Orgasmus" supongo que en general es la tónica predominante, de lo que todo el mundo habla, pero ¿hasta qué punto es real? Según lo que me han comentado, sí es cierto que las polacas y los polacos se vuelven un poco locos con las personas digamos "latinas" o de habla hispana, igual que los españoles y españolas en general sueñan con una belleza rubia. Italia constituye otro de los países donde, según mis fuentes, el "Orgasmus" está más desarrollado, quizás por el atractivo (a mi juicio pesadez) de los italianos o por la elegancia de las italianas. Lo que sí puedo asegurar es que no es necesario que una erasmus sea "Orgasmus", ni lo es en todos los casos. 



En fin, para dar ejemplo de mi descubrimiento, y de por que mi Erasmus es definitivamente y sin ninguna duda predominantemente "Travelasmus" os dejo más fotitos de mi viaje a Cracovia, ciudad que por cierto, me ha parecido impresionante. 








viernes, 13 de enero de 2012

Vuelta a empezar

Tras un paréntesis navideño que ha dejado el blog desierto durante más de un mes, he vuelto a Hasselt, y por ello retomo mis entradas, para gozo y disfrute basicamente de mí misma. 
Escribir en el blog ayuda a ordenar las ideas, ya que cuando estas aquí el tiempo pasa rápido y suceden tantas cosas que hay días que no recuerdas todas, o que no puedes situarlas con certeza en el tiempo. En mi caso, cuando releo las entradas anteriores, mi mente hace un viaje divertidísimo y recuerda anécdotas almacenadas en un espacio muy pequeñito el cerebro, y que nunca deberían ser olvidadas.



Lo cierto es que volver después de una época en España no es fácil. Antes de irnos, todos estábamos ilusionados, soñábamos con volver a probar las aceitunas, el jamón, o incluso un buen pescado. Los pucheros maternos y las lentejas de la abuela se convirtieron en un tema de conversación recurrente durante las últimas semanas. Una vez en casa, desconectamos de nuestra familia Erasmus para disfrutar (cada uno a su manera, como en todo) de la vida en casa. 



Pero como decía, el paréntesis acaba y vuelves con ganas y ánimo, pero sin poder evitar que el aire te resulte extraño. De todas maneras, siempre está ahí tu familia Erasmus para animarte y hacerte sentir en casa otra vez. Es extraño pero se repite en casi todas las historias de personas de Erasmus que he conocido, creas un vínculo muy fuerte con todo lo que te rodea durante esta experiencia, sobre todo con las personas. 

Aquí como en una familia, cada uno tiene un rol: Está la madre, la hija responsable, la abuela, el abuelo, el hijo cafre, la hermana pesada, los primos que alientan al hijo cafre, etc. Pero todos y cada uno de ellos tienen un papel fundamental en este juego que es vivir en otro país y sentir otra cultura durante una temporada. 


En mi caso, la celebración del amigo invisible fue la "reunión familiar" que tanto esperaba. Mi regalo indiscutible, un recuerdo perfecto que me llevaré a casa y que utilizaré para desayunar de buen humor todos los días. Ahora que me he acostumbrado al agradable hecho de no tener que desayunar sola, mi taza me ayudará cuando vuelva a la vida normal de un piso de trabajadoras y una cocina vacía a las 8:00 a.m...pero estos son solo pensamientos inútiles y divagaciones de futuro que no debería tener mientras siga disfrutando de la compañía real. 



Hablando de otra cosa, en este tiempo en casa he aprendido a valorar lo que tengo en España, para mí ahora no hay ciudad mas bonita que la mía, amigas más interesantes, inteligentes y divertidas que las mías, ni acento más perfecto. No se cuanto me durará esta exaltación Andaluza pero lo cierto es que ahora está a flor de piel!


Bueno, me despido con toooda la nostalgia y el cariño del mundo. 

He vuelto a algún lugar de Bélgica